Puede ser la situación más caótica, el problema más complicado e imposible de solucionar. Como hijos de Dios, tenemos acceso a utilizar prestado su poder y utilizarlo. Lancemos la palabra de autoridad sobre los problemas y cambiemoslos con nuestras palabras, por mas difíciles que sean. Abre tu boca y abrete paso como Moises y atraviesa todas las adversidades que se te presenten. Ánimo!!


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